El belicismo y el guerrerismo coordinado desde los estados e impulsado por las clases opresoras que disciplinan o gobiernan esos estados, son la expresión violenta más brutal de la prehistoria humana en la que aun vivimos.
En las cifras billonarias de los presupuestos anuales que se destina a nivel mundial en las fuerzas armadas, y en las decenas de millones de personas que trabajan directa e indirectamente en el complejo militar industrial, están potencialmente los recursos materiales y humanos para acabar con el hambre, la miseria y la pobreza en todo el planeta en muy corto tiempo.
Por ejemplo, cada misil lanzado representa el costo de varios tomógrafos computados.
¿Cuánto en favor de la vida se podría hacer con cada helicóptero de combate, portaviones o base militar?
Peligrosamente el creciente volumen del desarrollo armamentístico (especialmente el nuclear) desde hace más de medio siglo, amenaza la existencia misma de la vida humana en el planeta. Vivimos permanentemente a menos de una hora de una catástrofe bélica nuclear planetaria y este aumento en la escalada debe alarmarnos seriamente sobre este máximo peligro de autodestrucción.
En este contexto, es que los humanistas en nuestro país analizamos y fijamos nuestra posición sobre el conflicto OTAN-Ucrania y Rusia.
La reciente invasión militar decidida por el gobierno ruso, se da como reacción al sostenido expansionismo militar ejercido desde hace tres décadas por la OTAN (brazo armado del bloque occidental). Una expansión que no solo es hacia el este euroasiático, sino que ha sembrado el globo de guerras e invasiones como en Afganistán, los Balcanes ,Libia, Siria y Yemen, entre otras.
Occidente y sus aliados (en este mes de febrero, cuando se producía la invasión de tropas rusas en Ucrania) incrementaron su belicismo: Estados Unidos ataco por vía aérea en Somalia, Arabia Saudita bombardeó Yemen, e Israel atacó en Siria y Palestina (Gaza).
Es por eso que ante los sucesos bélicos en curso afirmamos que es necesario:
En lo inmediato:
Debe decretarse ya el alto al fuego bilateral.
El gobierno ruso debe detener su invasión y abandonar inmediatamente el territorio ucraniano.
Simultáneamente el gobierno de Ucrania debe frenar el asedio bélico y las aberrantes pretensiones de limpieza étnica, que impulsa desde hace casi ocho años, en las repúblicas del Dombass (Donetsk y Lugansk).
La organización política en Ucrania debe retomar su tradición plurinacionalista, abandonando las leyes y practicas ultraderechistas, verdadero combustible para el odio nacionalista étnico. Debe abandonar por ultimo Ucrania, sus intenciones de ingresar a la OTAN.
La OTAN debe detener su permanente afán de expansión militar cuya práctica acorrala a Rusia y a China (hay un verdadero cordón militar de bases de la OTAN, que atraviesa Eurasia y va del Mar Báltico al Mar de la China), debe cesar el envío de armamento a Ucrania y deben dejar de aplicarse las sanciones económicas y políticas a Rusia y Bielorrusia.
EE:UU debe frenar sobre Europa su intervencionismo de amplio espectro (político, militar, económico, mediático), no podemos obviar que la reciente concreción de la construcción del gasoducto Nord Srtream 2, entre Alemania y Rusia, iniciaba un proceso de integración entre ambos países y Washington venia hace una década trabajando para boicotearlo, un objetivo estratégico que por el momento ha logrado.
En el corto plazo:
Reiteramos las propuestas por las que nuestro humanismo trabaja desde hace décadas en distintas partes del mundo.
Debe iniciarse un proceso a nivel mundial de retiro inmediato de todas las tropas invasoras que ocupan territorios fuera de sus fronteras.
Debe comenzar el desarme progresivo, proporcional y total del armamento nuclear y un proceso similar con el armamento convencional.
Debe inaugurarse un proceso de renuncia definitiva de los gobiernos a utilizar el belicismo como medio para resolver conflictos. Todos estos recursos deben reorientarse, a terminar con la permanente violación a los derechos humanos sociales, que se expresa en el hambre, la miseria y la pobreza.
En el mediano plazo:
Deben disolverse la OTAN, AUKUS, OTSC y todo pacto militar generador de bandos.
Debe reconfigurarse la arquitectura de la ONU empezando por su Consejo de Seguridad que no puede tener potencias con poder de veto, ni estar en manos de quienes han cometido genocidio con armas nucleares (como los EEUU) o han amenazado en diferentes momentos con utilizar este tipo de armamento como Reino Unido, Rusia, China y Francia.
La mayor garantía para la seguridad internacional es lo planteado en el plazo anterior (el desarme total nuclear).
Por último, necesitamos rebeliones en todas partes para una revolución mundial. El sistema actual internacional no da para más. Está llevando al desastre económico, político, social, ambiental y existencial a toda la humanidad.
El problema de fondo. Las urgencias del presente y del futuro.
La Pandemia del Covid 19, fue una oportunidad para comenzar mundialmente a ubicar al ser humano como valor central priorizando la salud de los pueblos. Esta opción realmente quedo descartada casi de inicio, ya que avanzaron aún más los intereses del lucro y de las minorías poderosas, quedando evidenciada la mezquindad (entre otras cuestiones) en la no liberación de las patentes para las vacunas.
Este conflicto bélico es una nueva oportunidad para la paz y colocar a las personas en el centro de las valoraciones. Pero una vez más el impedimento (más allá incluso de los bloques geopolíticos que se están conformando en occidente y oriente) está en los intereses del lucro financiero.
El verdadero responsable de motorizar los conflictos es un poder sin patria ni fronteras, un creciente poder concentrado, el poder del sistema privado financiero internacional.
Este sector fraudulento de la economía disciplina a los estados y a los organismos multilaterales, manipula mayoritariamente las materias primas, la ciencia, la tecnología, los medios de producción, los grandes medios de comunicación, y las principales industrias entre ellas la farmacéutica y la armamentista.
¿Volverá una vez más, la banca privada financiera internacional a ganar, esta vez en el escenario de la guerra?
¿La consecuencia de la guerra será pueblos más pobres y mas enfrentados entre sí, Estados más endeudados y grandes conjuntos humanos hundidos en el terror, el horror y la desesperanza?
¿La consecuencia de la guerra será una escalada que nos ponga en situación de una catástrofe nuclear hacia la extinción ?
Urge que hoy en todas partes crezca la lucha no violenta activa contra la guerra para que ¡¡cese el conflicto ya !!, ganemos las calles y todo espacio de comunicación, condenando a las cúpulas belicistas, clamando por la unión entre los pueblos y el fin en todas partes del belicismo.
Urge en el corto plazo, una rebelión y una revolución mundial que convoque a todos los oprimidos del mundo a frenar el belicismo y desenmascarar al sistema privado financiero internacional.
Urge una rebelión de acciones no violentas planetarias que expresen el desacuerdo con el anti-humanismo establecido por el capitalismo internacional en su fase de predominancia híper-financiera, principal impulsor de las guerras.
Urgen rebeliones que por medio de acciones ejemplares, produzcan efectos demostración locales capaces de poner en pie a los grandes conjuntos de oprimidos, que hoy vivimos mayoritariamente de rodillas, divididos y sin un horizonte común.
Urge una oleada revolucionaria humanista (en el sentido más amplio de la palabra), una gran oleada de acciones por la democracia real, por la no violencia, por una nueva agenda de valores y aspiraciones que ponga al ser humano como valor central.
Urge iniciar una etapa revolucionara que canalice el enorme descontento que padecen grandes sectores de la población en todas partes, para que por primera vez en la historia gobiernen los pueblos y direccionen la ciencia y la tecnología hacia la superación del dolor y el sufrimiento evitando la destrucción.
Es hora de rebelarnos con resolución contra las guerras y la banca privada.
Es hora de revolucionar con resolución, la relación entre el capital y el trabajo, poniendo fin al fraudulento y criminal sistema privado financiero internacional.
NO A LA GUERRA – SI A LA PAZ
NO A LA GUERRA – SI AL DESARME TOTAL GLOBAL
NO A LA GUERRA – SI AL FIN DEL SISTEMA PRIVADO FINANCIERO INTERNACIONAL
NO A LA GUERRA- SI A LA DEMOCRACIA REAL
NO A LA GUERRA- SI A LA CULTURA DE LA NO VIOLENCIA
ECN. Partido Humanista en Uruguay
5 de Marzo 2022