Este domingo 27 de octubre tenemos una oportunidad que no se repetirá hasta dentro de cinco años. Decidiremos quienes ocuparán los 130 escaños parlamentarios desde los que se ejercerán funciones de crucial importancia para el país. La tarea de legislar y controlar al poder ejecutivo estará en manos de quienes logren el apoyo popular necesario para ocupar esas bancas.

Durante un quinquenio designaremos nuestros representantes tal como el sistema democrático republicano vigente nos habilita a hacer. No es la democracia formal imperante lo ideal, pero al menos nos reconoce cierto grado de poder, que utilizado de modo provechoso, nos puede servir para acercarnos a la democracia real que necesitamos.

Estas elecciones llegan en un contexto internacional muy especial, con un levantamiento popular en Chile que prueba el fracaso del neolibealismo, una efervescencia social esperanzadora en Ecuador, una Argentina que se apresta a apartarse del modelo que impone el FMI, una Bolivia que eligió seguir el camino del crecimiento distributivo. Nos llegan noticias de un Perú convulsionado por el descreimiento, un Brasil en retroceso sociocultural, un Paraguay donde se derrumba la falsa prosperidad que beneficia a unos pocos. En toda la región se observan señales que debemos tener en cuenta para decidir nuestro voto. En Uruguay la firme resistencia contra una reforma constitucional represiva, la lucha contra UPM 2, la campaña contra la ley de riego, el fervoroso reclamo contra la impunidad que aún ampara a los criminales de la última dictadura, son indicadores muy alentadores.

Tras tres periodos consecutivos de gobierno progresista, vemos un esfuerzo oficialista por renovar el crédito para seguir con la entrega de soberanía, tierra y agua al capital especulador a cambio de migajas. Por otro lado la ambición de poder que tratan de disimular los competidores de una falsa oposición que solo quien desplazar al actual partido de gobierno para asumir el mismo rol de intermediarios entre el pueblo y las multinacionales. Si no merecen esos actores respaldo popular para que se profundice un modelo socioeconómico que nos somete a la dictadura del capital: ¿qué alterativa tenemos?

Hay una fuerza política completamente ubicada por fuera de las coordenadas hegemónicas, desalineada del poder que ejercen las instituciones financieras internacionales que mediante el endeudamiento someten a los pueblos cuyos gobiernos operan como sus gerentes. Hay una corriente diversa y complementaria que ha logrado construir un proyecto diferente, artiguista y revolucionario, verdaderamente popular, del que los humanistas formamos parte. Esa creciente columna ciudadana logró entrar al parlamento de la República hace cinco años y hoy quiere multiplicar allí su presencia para seguir ocupándose de defender los verdaderos intereses de la mayoría. Comparece nuevamente en estas elecciones con el lema “Asamblea Popular” y es sin duda la alternativa que muchos uruguayos están buscando.

Confiamos en que el próximo domingo decenas de miles de votantes decidirán apoyar a UNIDAD POPULAR para fortalecer la lucha que ha dado el Diputado Eduardo Rubio en este período que finaliza. Los humanistas proponemos con la lista 1969, que ingrese al parlamento la maestra Lorena Casco, una joven pero experimentada militante ecologista y defensora de las causas populares. Estamos seguros de que su presencia aportará mucho a la agenda legislativa y de control ciudadano a la gestión del futuro gobierno.

Llegó la hora. Si aprovechamos esta oportunidad podemos dar un paso enorme eligiendo a la primera humanista del parlamento uruguayo.

Aníbal Terán Castromán
Vocería del Partido Humanista, integrante de Unidad Popular
092 916 334,ateran@adinet.com.uy

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